martes, 20 de mayo de 2008

Rachid Taha: renovador de la música árabe


“No cambiaré de nombre por culpa del camino. No cambiaré de camino por culpa de mi nombre”.

Durante los tiempos libres de trabajo en una fábrica del área de Lyon, un trío de hijos de emigrantes argelinos (Mohammed en guitarra, Moktar en el bajo y Rachid en la voz), formaron una agrupación cuyo mismo nombre era una cuestión de actitud política y social: Carte de Séjour (Permiso de residencia), que reflejaba el reclamo de plenos derechos como ciudadanos franceses de parte de jóvenes de segunda generación.

Comenzaban los años ochenta, época en que se incrementó la tensión entre la derecha radical, encabezada por Le Pen y el Frente Nacional, y todo tipo de etnias de expatriados. Como parte de su segundo álbum Deux et Demi, incluyeron un cover del clásico de Charles Trenet, “Douce France” con arreglos de música árabe, que les trajo cierta celebridad así como polémica hasta su separación en el 89.

Ese fue el momento en que Rachid Taha (1958), nacido en Argelia, en la ciudad costera de Oran, pero establecido en Francia cuando tenía 10 años, arrancó una carrera como solista, en la que buscaba plasmar la discriminación sufrida desde pequeño en la región de Alsacia, a adonde llegó con su familia.

Durante una entrevista para una revista española afirmó: “Si te llamas Mohammed o Rachid, es casi imposible que consigas un trabajo. También estás el último de la cola para que te alquilen una casa; quizá ni siquiera seas un candidato. Cuando buscas trabajo puedes tener un título académico superior a alguien de piel blanca y que prefieran a éste. Nosotros somos ciudadanos de segunda”.

Su debut fue nombrado Barbés, como un conocido barrio parisino habitado por inmigrantes musulmanes, pero su promoción se dio en el mismo año de la guerra del Golfo (91), por lo que prácticamente ninguna estación quería transmitir canciones en árabe.

Pese a ello, Rachid siguió grabando, primero Rachid Taha (93) y después Olé Olé (95), siempre con el inglés Steve Hillage, especialista en música de fusión y ex-guitarrista de
Gong, quien al acervo típico de sonidos del Magreb (norte de África) le sumó mariachis, acordeón de música cajún y evocaciones hindúes.

Taha se distingue por ser un renovador de la tradición musical árabe, debido primero a la influencia fundamental de The Clash, incluso transformó su “Rock the Casbah” en “Rock El Casbah” (incluida en “
Tékitoi” (04)), que le da a conocer en todo el mundo, y luego por sus acercamientos con los ritmos electrónicos, que se nutren también del trance, característico de los ritos ancestrales en conexión con lo musical.

Una de las canciones fundamentales para su trayectoria es la estilizada versión del clásico de Dahmane El Harrachi, “Ya Rayah'”, que venía en su segundo disco, pero que fue llevada al paroxismo durante el concierto de 1998 denominado 1, 2, 3 Soleils, grabado junto a otras figuras del rai como Cheb Khaled y Faudel, ante 15.000 personas en el estadio de Bercy, y del que existe también un Dvd y cuyo impacto en los procesos internos del mestizaje –según un especialista galo- sólo es comparable: “al triunfo de la selección de Zidane, Karembeu y compañía en el Mundial de Fútbol de 1998”.

De hecho, ha difundido otras composiciones claves en la historia del pueblo árabe mediante dos discos de versiones: Diwan (97) y
Diwan 2 (06), en las que no faltan nombres ilustres como lo de Oum Kalsoum y Mohamed Mazoumi, estrella de los años 70 del mundo islámico.

Poseedor de un directo impresionante, que ha mostrado en festivales como el d’Eté en Québec, el Womad y el Vive la World en Estados Unidos. Además de prender fuego al zócalo capitalino en 2004 (Festival Radikal mestizo), cantando en inglés, francés y árabe, y llenando el escenario con darbukas, laudes, percusiones diversas, sintes y secuenciadores.

El artista como agitador, como provocador de ideas y sentimientos. Que en espacios abiertos no toma la palabra sino que es tomado por ella. Que no vacila ni suele andarse por las ramas: “En gran parte del mundo árabe –además de otros problemas- no existe infraestructura cultural, ni cines, ni teatros ni nada. Los artistas sueñan con emigrar”.

Un espíritu indomable y artista sensible de férreas convicciones que le han valido para inspirar en su momento a Mano Negra y Zebda, y posteriormente al rap de combate de IAM o NTM. Aunque recientemente ha editado una nueva colección de grandes éxitos, su fiereza se concentra especialmente en Tékitoi? (04), que quiere decir ¿Quién eres tú?, donde cuestiona severamente al fundamentalismo religioso -islámico y neocristiano- por una parte, sin dejar de lado a la guerra y la violencia generada por la política. Se mantiene apegado a una postura elemental: “No cambiaré de nombre por culpa del camino. No cambiaré de camino por culpa de mi nombre”.

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