jueves, 1 de mayo de 2008

Hercules & Love Affair: El elegante renacimiento de la disco music


Cuando la música desata su poder liberador puede conducir a pasajes de plenitud total, a intensos momentos de catarsis. Lo mismo ocurre con el baile, un rito primigenio de desfogue en el que dejamos salir nuestros impulsos y la parte más high de las pasiones. Y digo high, como puedo decir groovy, o términos similares, que nos remonten hacia aquella euforia de los setenta más discotequeros, al tiempo del imperio del Estudio 54 y la súbita y efímera fama warholiana. En los que música y baile constituían el binomio fundamental para existir cotidianamente o llegar, cuando menos, a la fiebre de sábado por la noche.

Tales ideas desfilan por la mente, mientras el cuerpo se deja ir con “Blind”, el primer sencillo del proyecto llamado Hercules & Love Affair, en el que Andy Butler nos regala algunas de las mejores líneas de bajo de los últimos tiempos y convierte a Anthony Hegarty (líder de los Johnsons) en una rutilante diva de las pistas de baile, alejándolo de su imagen de taciturno personaje de la música obscura y doliente.

Butler es un productor, disc jockey y locutor de radio que con el tiempo ha venido jugando un papel estratégico en DFA, la disquera propiedad de James Murphy de LCD Soundsystem. Electrónica imparable que desde el corazón de la gran manzana musicaliza las noches de celebración dionisiaca del planeta entero. “Blind” es una eminente candidata a mejor rola dance de lo que va del año, quizá sólo sus colegas de sello, Hot chip, les rivalicen con “Ready for the floor”. Pero habrá que esperar lo que resuelvan y decreten los ejércitos de la danza y el éxtasis nocturno.

Andy ha devuelto el brillo y la emoción a la Disco music, como no lo había tenido en años. Gloria Gaynor y Donna Summer pueden dormir tranquilas, que hay quien siga dando lustre a su legado, un sonido que en gran medida fraguó Giorgio Moroder, homenajeado en términos prácticos y quizá involuntariamente con este disco, cuyo trabajo de producción es sobresaliente en cada aspecto, de las bases rítmicas al uso de cuerdas y violines.

No sólo la andrógina y poderosa voz de Anthony consigue reinventarse en los 4 temas a su cargo, el trabajo vocal también incluye aportaciones de Nomi (colaboradora de CocoRosie) y la también tornamesista Kim Ann Forman. Juntos se han abocado a descifrar en los espejos de una enorme bola de cristal un posible futuro para el dancefloor, una ruta con notable enfoque vintage. De aquella herencia travoltesca por una parte y funkytera de otra, han retomado el hedonismo y el desbordamiento de las pasiones.
Temas como “Hercules Theme” y “True False/Fake Real” hacen patente las buenas hechuras de Butler junto al otro mandón de DFA, Tim Goldsworthy, responsable del trabajo de producción, y quien con tanto conocimiento como melómano da una pátina al material para que nos remonte al sonido Filadelfia, a las composiciones de Arthur Russell y la línea estilística de una compañía como Ze Records (que editaba discos de Kid Creole & The Coconuts y compilaciones como Mutant Disco, entre otras lindezas).

Andrew Butler ha utilizado lo aprendido cuando ha trabajado remezclas para Goldfrapp y Feist, entre otros, para no perder elegancia y sofisticación, aun cuando las pretensiones de estas canciones no sean de corte intelectual, sino de festiva ligereza y que mostrarán en todo su esplendor en el próximo Festival Sónar 2008 en Barcelona (19 al 21 de junio).

Hercules & Love Affair nos recuerdan que todavía subsisten quienes han sido inoculados con el virus de la fiebre del disco y en cuyos delirios no cesan de repetir; ¡gracias a Dios es Viernes! La catarsis rítmica no se detiene, pretextos sobran para prolongar la fiesta interminable.

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