El gobierno comunista de Pol Pot y su partido de los jemeres rojos se mantuvo en el poder en Camboya entre 1975 y 1979. Durante este período cerca de dos millones de habitantes murieron a causa de las políticas de exterminio de lo que el pensamiento oficial llamó "el enemigo oculto", es decir, todo aquello que consideró contrario a su plan de construir "una nueva Camboya comunista".
En ese momento la música popular había recibido el impacto del rock, que fue asimilado a temáticas y sonidos nativos, dando pie a una versión psicodélica, en lo que fue llamado Khmer rock o rock jemer. También perseguido por el estado.
Tras un complejo proceso de sucesiones y un juicio por genocidio a los antiguos dirigentes de la entonces Kampuchea Democrática, el país sigue sumido en un periodo de Post-guerra con todo lo que ello implica: pobreza, desempleo, epidemias y otros males. Sin embargo el aumento del turismo, el incremento de la ayuda internacional, la labor de las ONG´s y la inversión, abren poco a poco el panorama a un país con vecinos poderosos y ricos.
Atraído en un principio por el exotismo, un joven californiano realiza un viaje para conocer en carne propia Camboya. Transcurría 1998 cuando Ethan Holtzman está de regreso en los Angeles, con una buena cantidad de discos de aquella bizarra y emocionante forma de rock and roll casi extinto. Contagia su entusiasmo a su hermano Zac, y juntos deciden buscar a una vocalista que conozca la lengua de aquel país para retomar tal estilo. Resultó que en Long Beach existe un área conocida como Cambodia Town, y en ella un club nocturno donde conocieran a Chhom Nimol, una joven que cantaba en Khmer, idioma oficial del país, y quien sólo tangencialmente conocía esa extraña forma de rock, debido a que sus padres- músicos ambos- llegaron en calidad de refugiados y con apenas pertenencias.
Inicialmente, grabaron algunos covers del repertorio jemer para consolidar su sonido. Venus on earth es su tercer álbum, que consta ya de material original, compuesto por un sexteto conformado por Chhom Nimol (voz), Ethan Holtzman (teclados), Zac Holtzman (guitarras y voz), David Ralicke (vientos), Paul Dreux Smith (batería y percusión), Senon Gaius Williams (bajo). Además de la colaboración de Gordon "Nappy G" Clay a la percusión.
Dengue Fever no se conformaron con imitar la música de esa parte de Asia sino que también agregaron su conocimiento del surf californiano, el garage sucio, y por si fuera poco algo de spaghetti western y soul etíopep; para la banda sonora de Flores Rotas de Jim Jarmush hicieron un tratamiento del jazzista Mulatu Astatke, quien desde África realizaba una música llena de texturas y armonías poco habituales para los oídos occidentales, lo mismo que hasta la fecha interesa al grupo.
Posteriormente, también aportaron un tema suyo a la cinta La Ciudad de los Fantasmas, firmada por Matt Dillon, que terminó por darles el empujón definitivo, como complemento a su continua presencia en el circuito californiano, donde destacaban por una fuerte presencia escénica.
Para cuando Venus on earth ve la luz, a través del modesto sello M-80, las buenas reseñas y comentarios no se hacen esperar. Publicaciones de la talla de MOJO, The Times, Evening Star, Rock ‘n’ Reel, The Independent y Rough Trade los consignan como una de las bandas a seguir. Pero todo cobra otra dimensión cuando el disco es licenciado por Real World, el sello propiedad de Peter Gabriel, quien como es usual colocó una pieza en el portal de la disquera, “Tiger Phone Card”, para que los visitantes puedan remezclarla a su gusto.
En Venus en la tierra pueden escucharse los resabios de bandas sonoras de Bollywood, algunos acordes de rhythm & blues y una maraña psicodélica, que curiosamente nunca pierde su estirpe pop. Muchas plumas coinciden en que suenan como si se estuviera viendo Kill Bill en ácido y no se explican, el porqué Quentin Tarantino no los ha contactado todavía.
Incluso el nombre de la banda trae consigo una curiosa anécdota. Durante el primer viaje de Ethan a Camboya, en 1998, su acompañante contrajo tal enfermedad, por lo que tuvieron que viajar de Seam Reap a Phnom Penh, en una pickup atascada de gente, que también llevaba pollos. El chofer iba escuchando un cassette de Sin Sissamout y Rosery Sothea. El trayecto fue tan alucinante y en recuerdo del mal que afectaba a su amigo decidió bautizar a su futura banda como Dengue Fever.
La agrupación ya realizó una gira de mes y medio por aquella nación durante 2005, tanto para mostrar su propuesta como para seguir recopilando material, ya que la mayoría de los músicos que tocaban y escribían la música que los ha inspirado fueron asesinados por los Jemeres Rojos. Como documento de ello existe la serie de recopilaciones Cambodian Rocks, que cuenta con varios volúmenes.
El hecho de alternar letras en inglés y camboyano les da una personalidad especial, por ejemplo, en “Sober Driver” se mantiene una conversación telefónica en la que ella le llama a él, borracha, desde una fiesta que se acaba para que vaya a buscarla; él se queja de que le utiliza.
El exotismo oriental y psicodélico se concentran en el tema de apertura, “Seeing hands”, mientras que la canción que le sigue, “Clipped Wings”, posee un riff que en mucho recuerda a “Come as you are” de Nirvana, a la que se le incorpora un saxo cabaretero.
Venus on earth es un álbum sumamente parejo; cada una de sus 10 piezas suma algún elemento distintivo, ya sea el poco usual órgano Farfisa o una línea melódica de ensueño, como en “Moonson of perfume”. Dengue Fever consigue pasar de momentos de intimidad y delicadeza a mostrarse como una sudorosa banda garage. Lo suyo es el alto contraste, tal como transcurre la convivencia interracial en la urbe californiana, lugar desde donde ésta expresión cultural camboyana se está reconstruyendo y cobrando una nueva dimensión.
En ese momento la música popular había recibido el impacto del rock, que fue asimilado a temáticas y sonidos nativos, dando pie a una versión psicodélica, en lo que fue llamado Khmer rock o rock jemer. También perseguido por el estado.
Tras un complejo proceso de sucesiones y un juicio por genocidio a los antiguos dirigentes de la entonces Kampuchea Democrática, el país sigue sumido en un periodo de Post-guerra con todo lo que ello implica: pobreza, desempleo, epidemias y otros males. Sin embargo el aumento del turismo, el incremento de la ayuda internacional, la labor de las ONG´s y la inversión, abren poco a poco el panorama a un país con vecinos poderosos y ricos.
Atraído en un principio por el exotismo, un joven californiano realiza un viaje para conocer en carne propia Camboya. Transcurría 1998 cuando Ethan Holtzman está de regreso en los Angeles, con una buena cantidad de discos de aquella bizarra y emocionante forma de rock and roll casi extinto. Contagia su entusiasmo a su hermano Zac, y juntos deciden buscar a una vocalista que conozca la lengua de aquel país para retomar tal estilo. Resultó que en Long Beach existe un área conocida como Cambodia Town, y en ella un club nocturno donde conocieran a Chhom Nimol, una joven que cantaba en Khmer, idioma oficial del país, y quien sólo tangencialmente conocía esa extraña forma de rock, debido a que sus padres- músicos ambos- llegaron en calidad de refugiados y con apenas pertenencias.
Inicialmente, grabaron algunos covers del repertorio jemer para consolidar su sonido. Venus on earth es su tercer álbum, que consta ya de material original, compuesto por un sexteto conformado por Chhom Nimol (voz), Ethan Holtzman (teclados), Zac Holtzman (guitarras y voz), David Ralicke (vientos), Paul Dreux Smith (batería y percusión), Senon Gaius Williams (bajo). Además de la colaboración de Gordon "Nappy G" Clay a la percusión.
Dengue Fever no se conformaron con imitar la música de esa parte de Asia sino que también agregaron su conocimiento del surf californiano, el garage sucio, y por si fuera poco algo de spaghetti western y soul etíopep; para la banda sonora de Flores Rotas de Jim Jarmush hicieron un tratamiento del jazzista Mulatu Astatke, quien desde África realizaba una música llena de texturas y armonías poco habituales para los oídos occidentales, lo mismo que hasta la fecha interesa al grupo.
Posteriormente, también aportaron un tema suyo a la cinta La Ciudad de los Fantasmas, firmada por Matt Dillon, que terminó por darles el empujón definitivo, como complemento a su continua presencia en el circuito californiano, donde destacaban por una fuerte presencia escénica.
Para cuando Venus on earth ve la luz, a través del modesto sello M-80, las buenas reseñas y comentarios no se hacen esperar. Publicaciones de la talla de MOJO, The Times, Evening Star, Rock ‘n’ Reel, The Independent y Rough Trade los consignan como una de las bandas a seguir. Pero todo cobra otra dimensión cuando el disco es licenciado por Real World, el sello propiedad de Peter Gabriel, quien como es usual colocó una pieza en el portal de la disquera, “Tiger Phone Card”, para que los visitantes puedan remezclarla a su gusto.
En Venus en la tierra pueden escucharse los resabios de bandas sonoras de Bollywood, algunos acordes de rhythm & blues y una maraña psicodélica, que curiosamente nunca pierde su estirpe pop. Muchas plumas coinciden en que suenan como si se estuviera viendo Kill Bill en ácido y no se explican, el porqué Quentin Tarantino no los ha contactado todavía.
Incluso el nombre de la banda trae consigo una curiosa anécdota. Durante el primer viaje de Ethan a Camboya, en 1998, su acompañante contrajo tal enfermedad, por lo que tuvieron que viajar de Seam Reap a Phnom Penh, en una pickup atascada de gente, que también llevaba pollos. El chofer iba escuchando un cassette de Sin Sissamout y Rosery Sothea. El trayecto fue tan alucinante y en recuerdo del mal que afectaba a su amigo decidió bautizar a su futura banda como Dengue Fever.
La agrupación ya realizó una gira de mes y medio por aquella nación durante 2005, tanto para mostrar su propuesta como para seguir recopilando material, ya que la mayoría de los músicos que tocaban y escribían la música que los ha inspirado fueron asesinados por los Jemeres Rojos. Como documento de ello existe la serie de recopilaciones Cambodian Rocks, que cuenta con varios volúmenes.
El hecho de alternar letras en inglés y camboyano les da una personalidad especial, por ejemplo, en “Sober Driver” se mantiene una conversación telefónica en la que ella le llama a él, borracha, desde una fiesta que se acaba para que vaya a buscarla; él se queja de que le utiliza.
El exotismo oriental y psicodélico se concentran en el tema de apertura, “Seeing hands”, mientras que la canción que le sigue, “Clipped Wings”, posee un riff que en mucho recuerda a “Come as you are” de Nirvana, a la que se le incorpora un saxo cabaretero.
Venus on earth es un álbum sumamente parejo; cada una de sus 10 piezas suma algún elemento distintivo, ya sea el poco usual órgano Farfisa o una línea melódica de ensueño, como en “Moonson of perfume”. Dengue Fever consigue pasar de momentos de intimidad y delicadeza a mostrarse como una sudorosa banda garage. Lo suyo es el alto contraste, tal como transcurre la convivencia interracial en la urbe californiana, lugar desde donde ésta expresión cultural camboyana se está reconstruyendo y cobrando una nueva dimensión.
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