sábado, 30 de mayo de 2009

Folk de terciopelo, un leñador de nuestros días


Ojalá la mayoría de las disqueras y los artistas entendieran que especialmente los discos de rarezas, lados B y versiones deben ser generosos para contar con el favor del fan. Sam Beam es un tipo brillante y ello lo demuestra no sólo en su folk de terciopelo sino en el modo de dirigirse por la vida y esta entrega no es la excepción, pues resulta toda congruencia desde el arte a los 23 cortes que la integran.

Sorprende que este leñador de nuestros días, cuya discografía no es tan extensa en cuanto a álbumes (3), posea tal cantidad de canciones con un nivel de calidad y belleza superlativo. En ningún momento se siente como material de relleno; todo lo contrario, se halla en estado de gracia en cuanto a su rol de cantautor acústico.

Siguiendo la vereda por la que un día transitaron Nick Drake y Elliot Smith, compila viejas grabaciones domésticas, sesiones registradas con recursos elementales, ejercicios de estilo y temas ajenos elegidos con tacto que hacen las veces de enormes imanes: “Such Great Heights” de The Postal Service , “Waitin’ for a Superman” de Flaming Lips y“Love Vigilantes” de New Order.

Sam y su vieja guitarra, sentado en un porche y soltando pequeñas maravillas como: “Belated Promise Ring”, “Dearest Forsaken” y “Hickory”. A su lado tiene una banca vacía que espera por nosotros.

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