miércoles, 25 de noviembre de 2009

Rock mexicano: 12 discos de la década (2000-2009)


Siempre polémico y convulso, al rock nuestro de cada día hay quien lo considera de segunda o como un “rockcito”, aunque en otras latitudes del continente lo señalen como el país en boga. Cuenta con una endeble infraestructura y escaso apoyo de los medios. Gracias a las nuevas generaciones y sus hábitos de consumo y gustos, el rock hecho en casa levantó la cabeza, y pese a los pesares nos entrega una docena respetable y virtuosa.
Cuatro Caminos (03)
Café Tacuba
El impacto y la notoriedad de una canción como “Eres” resulta decisivo, pero además está conformado por otros buenos temas. Muestra al grupo en total madurez creativa y con un sonido siempre innovador. Suena mexicano e internacional a la vez. ¿Quién puede argumentar en contra de nuestra mejor banda?
Kinky (01)
Kinky
Un grupo enteramente cosmopolita que metía en una licuadora sonidos latinos, funk, música disco, electrónica y rock. De repente podía sonar un guitarrón norteño y luego una secuencia house o instrucciones de una lección de baile. Esta excitante combinación corrió como reguero de pólvora en el panorama internacional (incluso fueron fichados por un sello extranjero). Un disco vibrante que aun no deja de emocionar.
Tijuana sessions vol. 1(01)
Nortec
Recomendado por gente de la talla del manager de U2 y Bill Gates. Sonó en ferias mundiales y fue tocado en directo por casi todo el mundo. La ópera prima del colectivo norteño puso a su ciudad y a México en el mapa de la música de vanguardia. ¿Sonidos de banda combinados con electrónica avanzada?, ¿Puede existir una mezcla más delirante?


Memo Rex Commander y el corazón atómico de la vía láctea (06)
Zoe
Ejemplo de tenacidad y persistencia. Una banda que inicialmente las disqueras no querían, se convierte en un fenómeno de masas con el relevo generacional. Quizá su propuesta no sea tan peculiar en el concierto internacional, pero en nuestra escena su calidad compositiva y dominio técnico son sobresalientes. “No me destruyas” aboga mucho en su favor.
MTV Unplugged (08)
Julieta Venegas
Arreglos de gran finura y elegancia, realizados por músicos prestigiados como Gustavo Santaolalla y Jacques Morelenbaum. Una orquesta de 15 músicos (incluidos Natalia Lafourcade y Cecilia Bastida). La Venegas es capaz de acercarse a distintos ritmos y adaptar su muy buen repertorio. Por si fuera poco, dos divas hacen duetos: la brasileña Marisa Monte y la españolísima Mala Rodríguez, además de Juan Son. Musicalmente es una lección de gran altura.
Sufro sufro sufro (03)
San Pascualito Rey
Una banda interesada en retomar la estética de las rancheras y los boleros de arrabal para juntarlos con el rock. Generan gran tensión dramática en sus canciones, que poseen el agregado de letras de gran belleza y calidad casi poética. Son energéticos, llegadores, pasionales y algo obscuros, ¿se debe pedir más a un grupo?
La última noche del mundo (03)
Austin tv
Eran casi unos niños cuando editaron su primer lp, pero en cuanto a ideas sorprendieron a propios y extraños. Elaborando una música completamente instrumental, en que la voz sólo aparecía en sampleos de viejas películas. Emocionales hasta la médula; poseedores de una cuidada imagen mediante variados disfraces. Sonaban frescos y únicos en nuestro contexto. Su debut estaba lleno de esperanza y maravilla.


Bestia (09)
Hello Seahorse
Sapiencia al momento de recurrir al pop y la electrónica. Actitud de cierta timidez y espontaneidad (¿espíritu indie será eso?). Las nuevas generaciones asimilando las influencias de un mundo que cada vez tienen más cerca de su mano. Canciones que brillan como el sol y que comenzaron un garaje y que luego llegaron a los premios Grammy.
Música Moderna (02)
Sussie 4
Un dueto tapatío que logró coadyuvar el arsenal de ritmos latinos con su onda housera y hacer de su propuesta toda una alegoría del hedonismo más fiestero. Se trató del proyecto más logrado del colectivo Nopal beat, que haciendo honor a su nombre, agregaron ese tinte sabrosón a la expresión tecno. Memorable es su suite tropical.
Sweet & sour, hot y spicy (04)
Ely Guerra
Al rock le hace falta sensualidad, elegancia y glamour; todo ello se lo da Ely, pero le agrega su interés por generar un brebaje de pop que provenga de diversas raíces. Sus toques jazzy, pinceladas electrónicas y hasta lo calador de algunas baladas. “Mi playa” –compuesta con Meme Tacubo- es un monumento de engrandece al álbum. Un trabajo para paladearse.

Pop Street Sound (02)
Wakal
Un creador avezado en las técnicas y recursos de la electrónica vagando por el centro histórico del DF armando con una grabadora. Luego construye un estudio en una azotea y procesa sus hallazgos. La locura y exuberancia de la gran Tenochtitlán convertida en tecno bailable. Francia se rindió ante está rara belleza. Sin duda, la parte visionaria de esta historia.


Atemahawke (07)
Porter
Desde Guadalajara llegó una banda, lastimosamente efímera, con gran soltura para recurrir a la psicodelia y el surrealismo casual. Crearon una brumosa maraña en la que cabían todo tipo de influencias, ya fueran folk, sonidos etéreos y un pop mutante de reciente cuño. Excelente presencia escénica potenciaba a Porter, que en cuanto a composición no conoció limitante alguna al momento de concebir estas piezas bizarras pero contagiosas.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Dub Colossus: Etiopia futura en el presente


Nick Page, conocido como Count Dubulah mientras formó parte de Transglobal Underground, y luego miembro de Temple of Sound, ha sido un explorador y manipulador incansable de músicas de raíz (principalmente africanas y orientales) a las que lleva al territorio electrónico.
Con la intención de incentivar el surgimiento de un sonido contemporáneo de Etiopia, realizó varios viajes a su capital para interactuar con los músicos tradicionales Azamari e ir de lo ancestral al etio-jazz y otros ritmos como el dub y el reggae. En marzo del 2008 se invitó a un grupo de destacados intérpretes locales para que viajaran a Inglaterra para grabar en los legendarios estudios Real World.
El talento africano da su carácter distintivo al disco, ahí están la cantante Sintayehu 'Mimi' Zenebe (conocida como la Edith Piaf etíope y propietaria del Doku Club, lugar de culto de la música Azmari, enclavado en Addis), el maestro saxofonista Feleke Hailu (director de la Yared Music School), Teremag Weretow, dueña de una voz de registro lastimero e intérprete del messenqo (violín de una sola cuerda) y Tsedenia Gebremarkos, una cantante de excepción.
Un viaje iniciático por una tradición milenaria que se mantiene viva en el presente y sabe utilizar sus recursos y herramientas.
Dub Colossus
In a town called Addis
Real world, 09